La sífilis es una enfermedad infecciosa causada por la espiroqueta Treponema pallidum. La sífilis se inicia con la diseminación hemática alifática de los treponemas que llegan a cualquier órgano.
La Gran Simuladora en Patología Bucal
La sífilis, conocida como “la gran simuladora”, es una enfermedad que puede presentar una amplia variedad de manifestaciones clínicas, lo que la hace particularmente desafiante para los profesionales de la salud. Esta capacidad de imitar otras patologías subraya la importancia de un diagnóstico diferencial preciso y oportuno.
Etiopatogenia:
La sífilis se clasifica en tres estadios clínicos: primaria, secundaria y terciaria, cada uno con características clínicas y patogénicas distintivas. La división en estos tres estadios refleja la progresión natural de la enfermedad y la respuesta inmunitaria del huésped a la infección.
Cada fase tiene implicaciones diagnósticas y terapéuticas específicas, lo que subraya la importancia de un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado para prevenir las complicaciones a largo plazo.
La transmisión se da principalmente por contacto sexual (genital, bucogenital y anogenital), aunque también puede ocurrir por otras vías. El treponema ingresa a través de las mucosas o la piel, llega rápidamente a los ganglios linfáticos y se disemina por todo el cuerpo.
Características Clínicas:
La división de la sífilis en estos tres estadios refleja la progresión natural de la enfermedad y la respuesta inmunitaria del huésped a la infección, mostrando así características específicas para cada estadio:
Sífilis Primaria:
La sífilis primaria comprende un período asintomático de 3 a 90 días, con una media de 21 días. Este estadio se caracteriza por la aparición de una lesión conocida como chancro, que es una úlcera indolora en el sitio de inoculación, con bordes lisos generalmente en los genitales, el recto o la boca. El chancro aparece aproximadamente 3 semanas después de la exposición y puede durar de 3 a 6 semanas. Las lesiones cursan sin exudado. Si no se trata, la infección progresa a la fase secundaria, que se presenta semanas o meses después de la desaparición del chancro.
Sífilis Secundaria:
En la sífilis secundaria, se presentan diversas manifestaciones clínicas que reflejan la diseminación sistémica de Treponema pallidum. Encontrando desde lesiones mucocutáneas y placas mucosas, fiebre, malestar general, adenopatías. Específicamente encontraremos en la sífilis secundaria:
Exantema maculopapular: En esta etapa, se observa un exantema cutáneo caracterizado por lesiones maculares (planas) y pápulas (elevadas). Estas lesiones suelen ser de color marrón o rojizo y afectan la piel y las mucosas. El exantema no suele causar picor y puede localizarse en las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Condiloma lata: El condiloma lata es una variante específica de la sífilis secundaria. Se manifiesta como placas verrugosas prominentes de base ancha en la piel y las superficies mucosas. Estas lesiones pueden ser ulceradas y cubiertas por un exudado mucoide.
Adenopatías generalizadas: Los ganglios linfáticos pueden inflamarse en diversas áreas del cuerpo debido a la respuesta inmunológica frente a la infección.
Además de las lesiones cutáneas, los pacientes pueden experimentar malestar general, fiebre, dolor de cabeza y, en algunos casos, pérdida de cabello y vello facial.
La sífilis Terciaria:
La sífilis terciaria es una etapa avanzada de la infección por Treponema pallidum que se manifiesta después de un período prolongado, generalmente alrededor de 3 años o más desde la infección inicial, no tratada. Esta fase se caracteriza por complicaciones graves, con predilección por afectar el sistema cardiovascular y el sistema nervioso central.
Los signos clínicos de la sífilis nerviosa incluyen parestesias generales, posiblemente dorsales. La ataxia locomotriz también puede estar presente, afectando la coordinación motora debido a la participación del sistema nervioso central.
En el contexto de la infección inflamatoria del sistema cardiovascular, especialmente la aorta, pueden desarrollarse aneurismas que afectan directamente al sistema nervioso central. La sífilis terciaria es el resultado de una respuesta inmunitaria crónica y persistente al T. pallidum.
Una manifestación característica de la sífilis terciaria en la cavidad bucal son las ‘gomas’, que son lesiones granulomatosas, pueden afectar los tejidos orales, incluyendo las encías, el paladar y la lengua.
Las características clínicas de estas gomas incluyen:
- Aumento de volumen con centro amarillo: Las gomas presentan un centro necrótico de color amarillo.
- Úlcera profunda, indolora y asintomática: Las lesiones ulcerativas son profundas y no causan dolor ni molestias al paciente.
- Bordes blancos en un socavado: Los bordes de las úlceras pueden ser blancos y estar rodeados por tejido erosionado.
- Suelo deprimido y pulido: El fondo de la úlcera puede estar deprimido y liso.
- Cicatrización con evidente formación de cicatriz: Después de la curación, las gomas dejan una cicatriz visible en la mucosa oral.
- Posible perforación del paladar duro y destrucción de la bula: En casos graves, afectan estructuras como el paladar duro.
Histopatología de la Sífilis:
Histopatología en la fase primaria:
- Infiltrado inflamatorio agudo alrededor del chancro.
Histopatología en la fase secundaria:
- Infiltrado inflamatorio crónico con presencia de espiroquetas en las lesiones cutáneas.
Histopatología en la fase terciaria
- Las lesiones granulomatosas se forman en diversos tejidos, como piel, huesos, corazón y sistema nervioso.
- Infiltrado Inflamatorio con linfocitos, plasmocitos y células gigantes.
- En el centro de las gomas, se observa necrosis tisular.
- Alrededor de la necrosis, se forma tejido fibroso.
Diagnóstico Diferencial :
La sífilis puede manifestarse en la cavidad bucal de formas que se asemejan a otras enfermedades, como el Carcinoma oral, las infecciones micóticas, las Ulceras aftosas y otras enfermedades de transmisión sexual. Esta similitud puede llevar a diagnósticos erróneos si no se consideran adecuadamente las características específicas de la sífilis.
Los diagnósticos diferenciales para la Sífilis se realizan dependiendo del estadio.
Sífilis primaria que produce un chancro los diagnósticos diferenciales se realizan con el Carcinoma de células escamosas, lesión traumática crónica, Tuberculosis y la Histoplasmosis.
Sífilis secundaria. Los diagnósticos diferenciales serían las enfermedades mucocutáneas. Las placas mucosas y las úlceras induradas pueden parecerse a lesiones causadas por infecciones virales como el herpes simple o el virus del papiloma humano (VPH), así como a infecciones micóticas como la candidiasis.
Sífilis terciaria donde encontramos las gomas como característica clínica, realizaremos diagnóstico diferencial con el granuloma de la línea media. También las gomas sifilíticas pueden ser confundidas con granulomas de origen infeccioso o neoplásico, lo que puede retrasar el diagnóstico correcto y el tratamiento adecuado.
Pruebas de laboratorio para el diagnóstico de Sífilis.
Para evitar las consecuencias de un diagnóstico tardío o incorrecto, es crucial que los Odontólogos mantengan un alto índice de sospecha y realicen pruebas serológicas específicas cuando se presenten lesiones orales sospechosas. La biopsia y el uso de técnicas de inmunohistoquímica pueden ser herramientas valiosas para confirmar la presencia de Treponema pallidum.
Pruebas de laboratorio para la etapa Primaria:
En esta etapa, las pruebas pueden detectar la infección temprana.
La VDRL (Reagina Plasmática Rápida) y la TP-PA (Ensayo de Aglutinación de Partículas Treponema pallidum) son las más comunes.
Recordemos que el VDRL es una prueba no treponémica, lo que significa que no detecta directamente la bacteria. En cambio, evalúa la reacción de los anticuerpos frente a componentes no específicos de T. pallidum
Las pruebas treponémicas, como la TP-PA, son más específicas y confirman la infección por sífilis al detectar anticuerpos específicos contra la bacteria.
Pruebas de laboratorio para la etapa Secundaria:
En esta etapa las pruebas siguen siendo útiles para confirmar la infección.
La FTA-ABS (Prueba de Absorción de Anticuerpos Treponémicos Fluorescentes) es la más empleada
Pruebas de laboratorio para la etapa Latente:
Aunque no hay síntomas, las pruebas pueden detectar la infección oculta.
El VDRL y la TPHA (Ensayo de Hemaglutinación T. pallidum) son las más importantes en esta etapa.
Pruebas de laboratorio para la etapa Terciaria:
Las pruebas serológicas no treponémicas detectan anticuerpos no específicos producidos en respuesta a la infección. Las más utilizadas son la prueba de reagina plasmática rápida (RPR) y la prueba del laboratorio de investigación de enfermedades venéreas (VDRL). Estas pruebas son útiles para el cribado inicial y para monitorear la respuesta al tratamiento.
Consideraciones odontológicas para el manejo de pacientes con Sífilis.
Para el manejo odontológico de pacientes con sífilis, es crucial seguir medidas estrictas de control de infecciones debido al riesgo de transmisión de Treponema pallidum a través de lesiones orales. Se debe realizar una historia clínica completa para identificar el estadio de la enfermedad y evaluar el riesgo de contagio. Durante el examen oral, es importante buscar lesiones características como chancros, placas mucosas y gomas.
En las fases primaria y secundaria, se deben implementar medidas de aislamiento adecuadas, incluyendo el uso de barreras de protección personal y la desinfección rigurosa de superficies y equipos.
Se debe educar al paciente sobre la enfermedad y la importancia de completar el tratamiento, así como evitar el contacto cercano hasta la confirmación de la curación.
Utilizar material desechable y esterilizar adecuadamente los instrumentos reutilizables es fundamental. Finalmente, programar citas de seguimiento para monitorear la respuesta al tratamiento y referir a especialistas en casos de complicaciones avanzadas. Estas medidas aseguran un manejo seguro y efectivo, minimizando el riesgo de transmisión y garantizando una atención integral.
No realizar un diagnóstico oportuno de la sífilis puede tener graves consecuencias para el paciente. La progresión de la enfermedad puede llevar a complicaciones sistémicas severas, incluyendo afectaciones cardiovasculares y neurológicas. Además, la falta de un tratamiento adecuado aumenta el riesgo de transmisión de la enfermedad a otras personas.
Me encantó el desarrollo de cada lesión e