El Carcinoma Adenoide Quístico (Carcinoma Adenoide Quístico) es una neoplasia maligna poco común que se origina principalmente en las glándulas salivales, aunque también puede presentarse en otras regiones del cuerpo como la nasofaringe, la tráquea, el cuello uterino, la piel, los pulmones y los riñones. 

Este tipo de carcinoma se caracteriza por su crecimiento lento pero agresivo, con una alta propensión a la invasión perineural y a la recurrencia local y distante.

Incidencia del Carcinoma Adenoide Quístico

El Carcinoma Adenoide Quístico tiene una incidencia similar en hombres y mujeres, con una proporción aproximada de 1:1. La edad promedio de diagnóstico es de 57 años, aunque puede presentarse en un rango amplio de edades.

Etiopatogenia del Carcinoma Adenoide Quístico

La etiología del Carcinoma Adenoide Quístico 

La etiología del Carcinoma Adenoide Quístico no está completamente comprendida, pero se ha identificado una fusión genética característica entre los genes MYB y NFIB en una alta proporción de casos. 

El gen MYB es un oncogén que regula la proliferación celular y la diferenciación, mientras que el gen NFIB es un factor de transcripción que juega un papel en el desarrollo y la función del sistema nervioso. La fusión de estos genes resulta en una proteína de fusión que promueve el crecimiento tumoral y la invasión perineural.

Patogenia del Carcinoma Adenoide Quístico

La formación del Carcinoma Adenoide Quístico implica varios pasos moleculares y celulares. La fusión genética MYB-NFIB es un evento clave que activa vías de señalización oncogénicas, promoviendo la proliferación celular y la resistencia a la apoptosis. 

Además, esta fusión genética contribuye a la capacidad del tumor para invadir los nervios y los vasos sanguíneos, lo que facilita la diseminación local y distante. Aunque no se han identificado factores desencadenantes específicos, se ha sugerido que la exposición a ciertos carcinógenos y factores genéticos predisponentes podrían jugar un papel en la formación del Carcinoma Adenoide Quístico.

Carcinógenos y Factores Genéticos Predisponentes del Carcinoma Adenoide Quístico

Se ha sugerido que la exposición a ciertos carcinógenos podría estar relacionada con el desarrollo del Carcinoma Adenoide Quístico. Estos carcinógenos incluyen:

Radiación ionizante: La exposición a radioterapia previa en la región de la cabeza y el cuello puede aumentar el riesgo de desarrollar este tipo de carcinoma.

Sustancias químicas: La exposición a ciertos productos químicos industriales, como el níquel y el cromo, también se ha asociado con un mayor riesgo.

En cuanto a los factores genéticos predisponentes, se han identificado varias mutaciones y alteraciones genéticas que pueden aumentar la susceptibilidad al Carcinoma Adenoide Quístico:

Mutaciones en el gen MYB: La sobreexpresión del oncogén MYB debido a la fusión genética MYB-NFIB es un factor clave en la patogénesis del carcinoma.

Alteraciones en la vía de señalización Notch: Mutaciones en los genes de la vía Notch pueden contribuir al desarrollo y progresión del tumor.

Deficiencias en la reparación del ADN: Alteraciones en los genes responsables de la reparación del ADN pueden aumentar la susceptibilidad a la formación de tumores.

Características Clínicas del Carcinoma Adenoide Quístico

Las manifestaciones clínicas del Carcinoma Adenoide Quístico incluyen la presencia de nódulos en las glándulas afectadas, dolor, y en algunos casos, parálisis facial debido a la invasión perineural. 

Los nódulos pueden formarse en las glándulas salivales mayores (parótida, submandibular y sublingual) y en las glándulas salivales menores ubicadas en el paladar, la mucosa bucal y otras áreas de la cavidad oral. Estos nódulos pueden ulcerarse y causar molestias al paciente, afectando la masticación y la deglución.

Signos Tempranos del Carcinoma Adenoide Quístico

Los signos tempranos que los pacientes pueden identificar y mencionar al odontólogo incluyen:

Alteraciones Sistémicas del Carcinoma Adenoide Quístico

El Carcinoma Adenoide Quístico puede causar alteraciones sistémicas significativas, especialmente cuando se disemina a otros órganos. 

Las metástasis pulmonares son comunes y pueden llevar a síntomas respiratorios graves. Los signos de metástasis en los pulmones incluyen dificultad para respirar (disnea), tos persistente, dolor torácico y, en casos avanzados, hemoptisis (expectoración de sangre). 

Además, la invasión perineural puede causar dolor neuropático crónico y disfunción nerviosa.

Características Histopatológicas del Carcinoma Adenoide Quístico

Histológicamente, el Carcinoma Adenoide Quístico se caracteriza por un patrón de crecimiento tubular, cribiforme y sólido. 

La presencia de invasión perineural es una característica distintiva y se asocia con un pronóstico desfavorable. Las células tumorales muestran una diferenciación ductal y mioepitelial. 

La fusión genética MYB-NFIB resulta en una proteína de fusión que se observa en estudios moleculares y es un hallazgo común en estos tumores. Esta proteína de fusión promueve el crecimiento tumoral y la invasión perineural, lo que contribuye a la agresividad del carcinoma. La inmunohistoquímica puede detectar la sobreexpresión de la proteína MYB, que es un indicador indirecto de la fusión MYB-NFIB.

Diagnósticos Diferenciales del Carcinoma Adenoide Quístico

El diagnóstico diferencial del Carcinoma Adenoide Quístico incluye otras neoplasias de las glándulas salivales como el Carcinoma mucoepidermoide y el Carcinoma de células acinares. Es esencial realizar una evaluación histopatológica detallada y estudios moleculares para confirmar el diagnóstico.

Tratamiento del Carcinoma Adenoide Quístico

El tratamiento del Carcinoma Adenoide Quístico generalmente incluye cirugía seguida de radioterapia. La quimioterapia puede ser utilizada en casos de enfermedad avanzada o metastásica, aunque su eficacia es limitada. La dosis y el régimen de radioterapia varían según la extensión del tumor y la localización anatómica.

Exámenes complementarios para el diagnóstico del Carcinoma Adenoide Quístico

Los exámenes de laboratorio para el Carcinoma Adenoide Quístico incluyen estudios de imagen como la resonancia magnética (RM) y la tomografía computarizada (TC) para evaluar la extensión del tumor y la presencia de metástasis. Además, la biopsia y el análisis histopatológico son esenciales para el diagnóstico definitivo.

Consideraciones Odontológicas del Carcinoma Adenoide Quístico

Desde una perspectiva odontológica, es crucial realizar un seguimiento regular de los pacientes con Carcinoma Adenoide Quístico que afecta las glándulas salivales menores. Las intervenciones odontológicas deben planificarse cuidadosamente para evitar complicaciones y manejar adecuadamente las manifestaciones bucales del tumor.

Se recomienda un enfoque multidisciplinario para el manejo del Carcinoma Adenoide Quístico, involucrando a oncólogos, cirujanos, radiólogos y odontólogos. El seguimiento a largo plazo es esencial debido a la alta tasa de recurrencia y la posibilidad de metástasis tardías.