El hemangioma congénito es un tipo de malformación vascular benigna que se presenta al nacimiento. A diferencia del hemangioma infantil más común, los hemangiomas congénitos están completamente formados desde el inicio y no experimentan un crecimiento significativo. Estas lesiones pueden afectar la piel o tejidos subcutáneos, así como órganos internos.

El manejo del hemangioma congénito en el ámbito odontológico requiere una evaluación multidisciplinaria y consideración de las características individuales del paciente.

Definición 

El hemangioma congénito, también conocido como tumor vascular infantil, es el tumor benigno más común en la infancia. Afecta aproximadamente a 1 de cada 10 bebés y se caracteriza por la proliferación anormal de vasos sanguíneos.

Los hemangiomas congénitos pueden presentarse en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en la cabeza y el cuello. En el ámbito odontológico, pueden afectar la cavidad bucal, incluyendo la lengua, las encías, los labios y el paladar.

Características Clínicas

Los hemangiomas congénitos pueden ser planos, elevados o nodulares. Su color varía desde el rojo brillante hasta el azul oscuro, dependiendo de la profundidad de los vasos sanguíneos.

Pueden afectar la lengua, las encías, los labios y el paladar.

El tamaño de los hemangiomas congénitos puede variar desde unos pocos milímetros hasta varios centímetros.

Los hemangiomas congénitos suelen crecer rápidamente durante los primeros meses de vida, y luego se estabilizan o incluso involucionan espontáneamente.

En la mayoría de los casos, los hemangiomas congénitos no causan molestias. Sin embargo, algunos pacientes pueden experimentar:

Etiología

La causa exacta del hemangioma congénito se desconoce. Se cree que se debe a una mutación genética que afecta el desarrollo de los vasos sanguíneos. 

Características Microscópicas

El examen microscópico del hemangioma congénito revela:

Histológicamente, difieren de los hemangiomas infantiles y no expresan el transportador GLUT-1. en su configuración. 

Diagnóstico Diferencial

Es importante diferenciar el hemangioma congénito de otras condiciones que pueden presentar características similares, como:

Se caracteriza por una masa roja, blanda y sangrante que se forma en la mucosa oral.

Se caracteriza por una acumulación de sangre en un tejido debido a una lesión.

En casos excepcionales, un tumor maligno de los vasos sanguíneos angiosarcoma puede presentar características similares a un hemangioma congénito.

El diagnóstico del hemangioma congénito se basa en la historia clínica, el examen físico y la evaluación de las características clínicas y microscópicas. En algunos casos, se pueden realizar pruebas complementarias, como una ecografía Doppler o una resonancia magnética, para evaluar la extensión y la vascularización del hemangioma.

Tratamiento o Abordaje Odontológico

A continuación, te proporciono algunas pautas generales:

Diagnóstico y Evaluación:

El diagnóstico es principalmente clínico. Los hemangiomas congénitos suelen aparecer en las primeras semanas de vida o incluso pueden estar presentes al nacer.

Realiza una evaluación exhaustiva para determinar la ubicación, tamaño y posibles complicaciones.

Seguimiento:

Observa el hemangioma a lo largo del tiempo para detectar cambios o complicaciones.

Deriva al paciente a un especialista en dermatología o cirugía plástica para una evaluación más detallada.

Educación y Asesoramiento:

Informa a los padres o cuidadores sobre la naturaleza benigna del hemangioma congénito y su evolución natural.

Proporciona orientación sobre cómo manejar cualquier preocupación estética o funcional.

Opciones de tratamiento:

En la mayoría de los casos, los hemangiomas congénitos no requieren tratamiento, ya que suelen involucionar espontáneamente durante la infancia. Sin embargo, si el hemangioma causa molestias, interfiere con la función oral o es estéticamente preocupante, se pueden considerar las siguientes opciones de tratamiento:

Es la estrategia de tratamiento más común para los hemangiomas congénitos que no causan problemas. En estos casos, se deben realizar controles periódicos para monitorizar la evolución del hemangioma.

Este medicamento beta-bloqueante se puede administrar por vía oral para controlar el crecimiento del hemangioma y reducir su tamaño. Se ha demostrado ser un tratamiento eficaz y seguro para la mayoría de los hemangiomas congénitos.

Los corticosteroides tópicos o sistémicos se pueden utilizar para controlar el crecimiento.