Definición:
La hiperplasia linfoide es una proliferación linfoide reactiva que puede simular linfomas. Es una entidad benigna, frecuentemente asociada con la irritación crónica, como la provocada por prótesis dentales mal ajustadas.
Etiopatogenia:
Los principales agentes causales incluyen traumatismos, infecciones crónicas y reacciones a cuerpos extraños, como prótesis dentales. La respuesta inmunitaria del cuerpo a estos estímulos resulta en la proliferación de células linfoides.
Características Clínicas:
– Presentación:
Lesión nodular indolora, que puede localizarse en la boca, piel, tracto gastrointestinal, pulmones, nasofaringe y laringe.
– Localización:
Comúnmente se encuentra bucalmente en el paladar duro.
– Aspecto:
Tumoración asintomática de crecimiento lento, de consistencia firme y cubierta por mucosa de apariencia normal.
Características Histopatológicas:
– Proliferación Nodular:
Células linfoideas dispuestas en un patrón folicular con folículos primarios o secundarios.
– Inmunohistoquímica:
Los estudios inmunohistoquímicos son fundamentales para el diagnóstico, identificando marcadores como CD20 y CD3, que diferencian la hiperplasia linfoide de lesiones maligna.
Diagnóstico:
El diagnóstico se realiza mediante la observación clínica, análisis de sangre, biopsia de tejido afectado y estudios de imagen como la tomografía computarizada. La hiperplasia linfoide oral a menudo no manifiesta síntomas distintivos y frecuentemente se identifica por casualidad. Aunque no necesita un tratamiento específico, es importante realizar seguimiento para prevenir posibles riesgos de linfomas.
Tratamiento:
El manejo de la hiperplasia linfoide puede incluir la retirada del agente causal, como la prótesis dental mal ajustada y en algunos casos, corticoides sistémicos o intralesionales, criocirugía, cirugía excisional, y terapias inmunosupresoras.
Diagnósticos Diferenciales:
– Leucoplasia Glandular: Afección de las glándulas salivales que debe diferenciarse de la hiperplasia linfoide.
Consideraciones Odontológicas:
Los pacientes deben ser monitoreados de cerca para detectar cualquier cambio que sugiera una progresión a una condición maligna.